John Coniston es un gris director de un depósito de moneda donde se acumulan, en carros tapados por plásticos, millones de libras. Es un hombre apocado, amable. Pero le gustaría ser otro distinto. Sacar al Mr. Hyde que se esconde en su interior. Él sabe que su verdadero rostro está ahí, bajo la máscara. Necesita respeto, perder el miedo, que la adrenalina corra por sus venas.
Chris y Marcus trabajan en el depósito. El primero es un guardia de seguridad con graves problemas familiares y el segundo es un operario de baja cualificación que sueña con tener mucha pasta y gastar a raudales. Ambos representan una Inglaterra suburbial donde los trabajos precarios y la monotonía están a la orden del día. Cambiar de forma de vida se convierte en un sueño, en una aspiración para muchos. Pero esto no es posible. No sin una adecuada cantidad de dinero.
Con esta premisa arranca Inside men, una pequeña joya de la BBC conformada por cuatro capítulos de una hora de duración, que explora las motivaciones de los personajes a la hora de cometer un salvaje robo en el lugar donde trabajan. El tema del asalto, ya sea a un banco, a una joyería o a un hipódromo, es uno de los más recurrentes en la historia del cine (véase excelentes muestras como Atraco perfecto, La jungla de asfalto e, incluso, Reservoir Dogs) y también uno de los que, personalmente, más me hacen disfrutar.
¿Qué lleva a un hombre a cometer un atraco?
El golpe en sí es lo de menos, pero la planificación, la sensación de vértigo ante la inminencia de la fecha fijada, las distintas variables que pueden torcerse, las posibles traiciones entre compinches, me suelen hipnotizar si la historia está bien contada. Esta sensación de “burbuja”, donde sólo existe la narración y yo, apareció hace unos días viendo Inside Men.
Como bien sabemos los que amamos una buena historia, las temáticas suelen repetirse, y es en el estilo del creador donde se perciben las diferencias que distinguen un bodrio de una obra de arte. En este caso, el rasgo diferenciador radica en la creíble exploración de las razones que mueven a los protagonistas, unida a una serie de interpretaciones de gran calidad.
La bestia interior (Atención, SPOILERS)
El estupendo actor Steven Mackintosh da vida a John Coniston, el director del depósito que, junto con el guardia de seguridad y uno de los trabajadores de la empresa, planean hacerse con el botín. Coniston es un buen hombre: trabajador, responsable, amable, comedido, que nunca dice una palabra más alta que la otra y trata bien a sus empleados, no da pie a las insinuaciones de su secretaria, es atento con su esposa… Sin embargo, estas excelentes cualidades hacen de él un hombre felpudo al que no respetan ni subordinados, esposa ni jefes. Pero esto es sólo la apariencia.
Al igual que le sucede a Walter White en Breaking Bad (aunque las razones que mueven a Coniston son distintas), bajo la careta de hombrecillo insustancial, que respeta las normas del sistema, respira una bestia que está dispuesta a hacer lo que sea para demostrarse a sí mismo que no tiene miedo. Liberarse de las ataduras de las convenciones sociales, de las leyes. Dejarse llevar… Qué peligro cuando un hombre decide que ya está bien. Que ya no acata el status quo y se pone el mundo por montera. Pero los planes no siempre salen como a uno le gustaría, y rara vez son perfectos…
Por un fajo de billetes
Los trabajadores del depósito que, junto con Coniston, conforman el triángulo criminal, representan la clase social trabajadora de la Inglaterra industrial y obrera. Sin formación, con empleos poco cualificados, ven cómo la vida pasa de largo ante ellos sin darles nada de lo que han esperado. Chris (Ashley Walters) es un guardia de seguridad con una madre alcohólica y un padre presidiario. Marcus (Warren Brown) es un joven que transporta los carros donde se guardan las montañas de billetes. Ambos tienen novias con trabajos de poca monta y ganas de dar un empujón a sus vidas. Con sólo unos miles, la cosa sería tan fácil…
Además de una interesante y entretenida trama, la serie cuenta con un reparto actoral que aporta a la narración solidez y fuerza, y que configura un mundo realista en el que se percibe el grisáceo transcurrir de los días en el interior de las oficinas, donde la única alegría es poder comprase un sillón nuevo, una freidora de patatas o conseguir un ascenso en una oficina igual de anodina.
A pesar de ser una serie excelente, parece ser que la BBC no renovará Inside Men para una segunda temporada, una verdadera lástima que nos deja, una vez más, con la miel en los labios y muchas preguntas sin respuesta. Aún así, merece la pena aproximarse a esta estupenda apuesta británica por las series de calidad.
Ficha técnica
Título original: Inside Men
Cadena: BBC One
Año de creación: 2012
Creada por: Tony Basgallop
Dirigida por: James Kent
Temporadas: 1
Episodios: 4
Web oficial
Gracias por la información. La pienso ver, gracias a ti en todos los sentidos.Silvia
31 marzo 2012 | 05:18
No es una obra maestra, pero seguro que te entretiene. Gracias a ti por leerme. Un placer en todos los sentidos 🙂
31 marzo 2012 | 13:18