Smash: del éxito del piloto a la vergüenza de Bollywood

Me esperaba un número apoteósico en plan New York, New York o Life is a Cabaret. Pero no. Smash se ha despedido de nosotros de la misma forma que se ha desarrollado: sin dejarnos impacto emocional ni huella indeleble. Aún así, ésta que escribe, que es de corazón gentil, creyó percibir en la sesion finale (y también en el penúltimo episodio) una cierta recuperación del espíritu de una serie que nació prometiendo mucho −qué maravilla de episodio piloto− y que, sin embargo, ha caído en el limbo de las series de consumo rápido y olvido fácil. 

Sin embargo, en esta época de sequía televisiva donde habrá que esperar hasta el otoño para ver si Treme nos devuelve la esperanza, series como Smash nos han ayudado a pasar el rato. Hemos deseado dar una patada en la espinilla al desagradable trepa de Ellis. Nos hemos debatido en la duda de si Ivy (Megan Hilty) tiene más talento que Karen (Katharine McPhee) y hemos disfrutado comparando la pechuga de la rubia con las escuálidas costillas de su contrincante cantarina. Hemos sabido que Derek Wills (Jack Davenport), aunque se las dé de víbora, tiene un corazoncito sensible en su interior. Y, por qué no decirlo, hemos esperado a que la sosainas de Karen se desmelene y dé lo mejor que lleva dentro, al igual que en American Idol. Porque sí, mucha voz, muy guapita, pero ¿verdadera garra de super STAR? Lanzo la cuestión al aire…

Pero no quiero ser una arpía
Y como no quiero ser una bitch y siempre queda bien ser políticamente correcta dando una de cal y otra de arena, responderé a una pregunta que me hago a mí misma: ¿qué es lo que más me te gustado de Smash, aparte de la espectacular canción Second Hand White Baby Grand? Y me respondo: la pareja de formada por Julia Houston (Debra Messing) y Tom Levitt (Christian Borle), sus escenas creando el espectáculo, sus dudas, sus ideas y su amistad, que me han dado muy buenas vibraciones. También ver desde bastidores el mundo del espectáculo con una óptica más contemporánea, porque sé que muchos de nosotros seguimos teniendo mono de nuevas Judys (aunque las chicas de Smash no le lleguen a la Garland ni a la uña del dedo meñique, todo sea dicho).

¿Y qué me hubiera gustado ver? Pues más números redondos, bien en ensayos o con el glamour y la magia de las luces, el vestuario, los bailarines… En fin, algo parecido a Cabaret o Chicago, porque cuando Smash se ha acercado al alma de los grandes musicales, con canciones maravillosas de esas que te ponen los pelos de punta como Second Hand White Baby Grand o, incluso, Let Me Be Your Star, ha ganado puntos. Y cuando se ha decantado por un estilo más comercial y popero (ellos dirían ecléctico), intentando vender el rollo American Idol, Smash se ha difuminado. Por cierto, os dejo un vídeo de la Audición de Katharine McPhee para el citado reality por eso del morbillo de verla al natural.

¡Bollywood bochornoso!
Como buena fan que soy del género (cómo me divertí con las dos primeras temporada de Glee) y, por tanto, amante de la buena música y de los grandes musicales, he de decir que Smash me ha traído algunas alegrías como la citada canción del Piano de cola o History Was Made At Night, que consiguieron estremecerme (la primera) y hacerme sonreír (la segunda), y no pocos momentos de bochorno, como el numerito bollywoodiense que tantos tuits de vergüenza ajena generó. Pero considero que, ni de lejos, puede compararse a la emoción que he experimentado oyendo (y viendo) a las grandes STARS. Si Karen, tal como aseguran todos en la serie, es una verdadera estrella, ¿en qué categoría metemos a Judy, Barbra, Liza, Tina, Ella, Donna, Aretha? 

Sí, sabemos quién interpretará a Marilyn
Porque para que triunfe de verdad una historia como la de Smash, donde el interrogante  de-quién-será-la-estrella lo puede deducir hasta el atontao de Leo, el show debe basarse en la calidad de los números musicales. Aunque, por qué no decirlo, también hubiera sido agradable un guión sin tantos lugares comunes propios de culebrón. En definitiva, que aunque tuvo un arranque genial, la serie fue a la deriva poco a poco, convirtiéndose en un producto digamos que medianero. Aún así, la NBC ha renovado la serie para una segunda temporada, que veremos como buenos viciosillos televisivos que somos.

Para no acabar con mal sabor de boca, os dejo con una Gran Dama de la Música: la excepcional Liza Minelli cantando el clásico New York, New York. Pasen, vean y comparen.

Ficha técnica
Título original: Smash
Cadena: NBC
Año de creación: 2012
Creada por: Theresa Rebeck
Theme Music Composer: Marc Shaiman
Temporadas: 1
Episodios: 15
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