Genial. Espectacular. Así ha sido el arranque de la esperada tercera temporada de ‘Game of Thrones’. De verdad, qué ganas tenía de poder decir algo así después del regusto amargo que me dejó la segunda temporada y de la que dejé constancia en esta entrada. Para los que no queráis volver a leer lo que escribí entonces, os haré un resumen de los defectos de los que adolecía: un guión muy fragmentado que daba lugar a la pérdida de intensidad dramática, con algunas historias como la de Daenerys que resultaban sencillamente aburridas, y una falta de estilo en la fotografía que no reflejaba en absoluto el despliegue de medios y la magnificencia de los lugares de rodaje.
Sin embargo, parece que estos errores tanto de forma como de fondo han sido subsanados en esta tercera temporada, al menos en los tres episodios emitidos hasta la fecha. El primer capítulo de la nueva temporada ha sido soberbio. Los cincuenta y tantos minutos se me han pasado volando gracias al equilibrio certero de las historias, la perfecta duración de cada una de ellas, la eficacia de los diálogos, el acierto de enfoque de las escenas y una mejora notable en la dirección fotográfica y ambientación, con planos no sólo estéticamente sobresalientes, sino capaces de recrear de manera portentosa los distintos escenarios donde transcurre la acción.
En este sentido, no tengo más remedio que hacer alusión a los libros. Todos sabemos que el lenguaje literario y el audiovisual son distintos y, como tales, han de acometerse de manera diferente para encontrar un tono adecuado. Sin embargo, para el lector de la saga, es imposible no haber echado de menos (hasta la fecha) esa riqueza descriptiva que tanto alienta la imaginación en las novelas. Ésta es la primera vez que puedo sentir que los creadores han conectado con mi mente, trasladando a la pantalla de manera vívida todo aquello que leí. Y eso no es fácil. Sobre todo cuando la obra de la que se parte tiene una riqueza descriptiva tan fascinante como la de Martin.
Ay, Sansa, todos tus sueños por tierra |
La imaginación en la pantalla (Atención, SPOILERS)
Especialmente deslumbrantes me han resultado los planos de King’s Landing en Dubrovnik (Croacia), con esa fortaleza mirando al mar. La escena de Sansa con Shae, contemplando los barcos en el horizonte, ha sido de gran belleza y emoción, al igual que la escena asombrosa de Daenerys en el barco, antes de llegar a Astapor, con los dragones volando, zambulléndose en el mar para pescar y ¡hasta asando a un pez con su fuego para devorarlo! O Rocadragón, con ese castillo tan parco y lóbrego como su rey. Sin olvidar al alucinante escorpión verde jade que ataca a la reina dragón antes de que entre en acción Ser Barristan Selmy.
La fortaleza de Stannis Baratheon rezuma humedad |
También me han resultado fascinantes los interiores, con la exquisita ornamentación, el mobiliario y los mil y un detalles de pergaminos, libros, cuadros, armas y vestimentas que hablan de la personalidad de cada familia. La luz dorada y rojiza del salón de los Lannister, con su opulenta decoración; la oscura y desordenada estancia donde Stannis recibe a Davos Seaworth, el caballero de la Cebolla, similar a una gruta marina; los sibaríticos jardines del castillo real por donde pasea una atribulada Sansa; la casa del endogámico Craster, que incluso nos recuerda a la cabaña de ‘La matanza de Texas’… Se nota, por tanto, el incremento de presupuesto y, lo más importante, el buen uso que de él se hace.
Otra aspecto relevante que no quiero dejar de mencionar, es lo oportuno que me está pareciendo los avances en algunas de las historias. Las adaptaciones literarias, tal como comentaba en el post sobre la segunda temporada, «deben encontrar un ritmo propio que puede y debe ser distinto del original si con ello se consigue mayor coherencia narrativa, ritmo, fuerza, emoción, sentido.» Era una decisión difícil, pero creo que necesaria. Y no seré yo quien apele a la plasmación de la novela de una manera completamente fiel y ortodoxa. Lo único que deseo es que la serie me haga disfrutar. Para ello, los creadores deben tomar el camino que mejor ayude a la consecución de ese objetivo. Y parece que así lo están haciendo. Brindo por ello.
PD No me gusta juzgar la temporada antes de finalizarla pero, en este caso, no me he podido resistir. Lo mismo me ha pasado con el inicio de la sexta temporada de ‘Mad Men’ que dejo para la semana que viene…
CECI,Muy buen analisis que coincide plenamente con las buenisimas criticasque la tercera temporada ha tenido en USA. El critico de TV de The NewYork Magazine, Matt Zoller, calificaba recientemente esta temporada de Game de Thrones como de obra maestra (y rara vez usa estas palabras en sus criticas de TV), mencionando tambien un buen numero de aspectos de los que tu hablas en tu exhaustiva y magnifica reseña. Su titular dice: Si la tercera de Juego de Tronos no logra que el genero fantastico pierda su estigma, nada puede.Enhorabuena por tu genial blog!!
14 junio 2013 | 01:05
Mil gracias!! Me queda por hacer la rewiew final de Game of Thrones, pero como ya se podía observar al principio de la temporada, se notaba que se habían dado cuenta de los defectos de la S02 y los habían subsanado. Me encanta que haya sido así, porque tan geniales novelas debían tener una adaptación a la altura. Así ha sido. Por cierto, le echaré una ojeada a las críticas de Matt Zoller. Yo no sé si Got conseguirá ser una obra maestra, que son palabras enormes. Yo me conformo con que siga en esta línea y nos ofrezca una apoteosis de diversión. Un abrazo enorme y gracias por comentar!! ;))
15 junio 2013 | 11:49