Hasta siempre, ‘Treme’

davis_treme_cancionAunque David Simon y Eric Overmyer hayan conseguido cerrar ‘Treme’ de la mejor manera posible con tan escasos episodios (sólo cinco en la cuarta y última temporada), siento que los acontecimientos se han precipitado y que esta serie única se ha ido dejándome con la miel en los labios y deseosa de conocer con mayor profundidad las vicisitudes de estos personajes que, como pocos, han conseguido traspasar la pantalla para abrirse camino hasta mi estómago, hasta mi corazón.

Aún así, los creadores han sabido emplear el poco tiempo disponible y concluir con dignidad y belleza la serie (hubiera sido una pérdida terrible que no se hiciera). Pero lo cierto es que estos capítulos no han sido suficientes, y acortar la temporada ha imposibilitado que las historias se hayan desarrollado con el ‘tempo’ y ritmo adecuados para dejarme completamente satisfecha y poder experimentar esa sensación de perfección que tuve al final de ‘The Wire’ o ‘Breaking Bad’.

Adiós no, hasta pronto (Atención, SPOILERS)

Aun así, y pese a las dificultades impuestas por eso tan desagradablemente tiránico llamado audiencia y beneficio, ‘Treme’ nos ha dicho adiós de una forma hermosa, con un tono nostálgico y un punto mágico que sólo una bella melodía puede crear, y que me ha recordado mucho al final de ‘Doctor en Alaska’. Sobre la fantástica versión de John Boutté ‘Do You Know What It Means to Miss New Orleans’, que DJ Davis pone en su programa de radio, se van sucediendo las últimas escenas de nuestros personajes, despidiéndose de ellos y marcando un punto y aparte en sus historias (que no en sus existencias, de las que sólo hemos vislumbrado un tramo). Como en la vida misma, algunas acaban bien, otras mal.

Batiste imparte su última clase por la falta de subvención en la escuela. Sigue siendo un crápula, pero tenemos la impresión de que ha madurado. Janette hace una pausa y sale a fumarse un cigarro a la puerta de su restaurante. Por fin ha recuperado su apellido y, con él, el arraigo que tanto extrañaba así como las riendas de  su negocio y su arte. Delmond juega con su hija recién nacida haciendo soplar una boquilla de trompeta. La muerte se ha llevado a su padre, pero la tradición continúa viva. Annie logra imponer su criterio musical a cambio de ceder en otros aspectos. Intuimos que, con su forma de ser, no lo tendrá fácil en su carrera.  Terry compra camisetas de los Saints de Nueva Orleans con sus hijos y, mientras exclama que son los campeones del mundo, percibimos lo mucho que echa de menos lo que ha dejado atrás. La policía detiene al asesino de Joey Abreu y Toni Bernette ve, al menos esta vez, sus esfuerzos recompensados. Sin embargo, su vida sentimental queda rota por la distancia. Davis, a pesar de su efímera crisis existencial al cumplir los cuarenta, vuelve a las andadas con una de sus canciones-rayadas mentales (esta vez Godzilla y Martin Luther King), pero parece que, por el momento, ha encontrado la estabilidad sentimental. LaDonna continúa con su negocio. Y con el divorcio. Tras la barra, con su traje de Indian Red del pasado Mardi Gras, Albert Lambreaux canta coronado de plumas verdes.

Lo que nos hace caminar

La última escena nos muestra a Davis parando su coche ante el socavón que señalizó con un cubo y una escoba, y que ahora, trasformado por las plumas y collares del carnaval, se convierte en la metáfora de lo que la serie ha querido contarnos. Esa escoba vieja y algo desastrada (como la ciudad misma), convertida en un maniquí multicolor, representa las dificultades de la vida y el caos, pero también lo que nos hace seguir caminando pese a todo: la música —cómo no—, la amistad, la sorpresa, la tradición, el amor, la solidaridad y algo muy importante para sus creadores: la integridad del ser humano y su capacidad para reinventarse y levantarse, hasta con un huracán en contra.

davis_finalTreme

Sin embargo, quizás sea esta completa integridad de los personajes lo único que distancia a ‘Treme’ de esa veracidad de la que, conceptualmente, está imbuida. Todos ellos son gente con principios y una moralidad muy definida. Incluso el mismo Hidalgo (el único que no es residente de Nueva Orleans, con una mentalidad opuesta a los supervivientes) no puede evitar sentir cierto aprecio por la tradición, la comida y la música, dejándose seducir por el alma de la ciudad. Es en este aspecto donde más se vislumbra la ideología del propio Simon, que se desliza en la serie dándole un toque muy personal (sus personajes se conducen, en cierta forma, de la misma manera que él lo haría) pero que, a su vez, la aleja de esa visión más periodística y documental con la que se concibió. Pero esto no es lo más importante, al menos para mí.

Un nuevo mundo para ser escuchado

Lo que me importa de ‘Treme’ es su mirada llena de sensibilidad, que escoge aquellos momentos significativos de la vida y los transmite sin estridencias, hablándonos de nosotros mismos con una sencilla desnudez. Lejos de caer en la sensiblería o en los tópicos, David Simon y Eric Overmyer nos ofrecen una visión realista y rebosante de humanidad que nos hace desear revisitar este lugar más adelante, para comprobar si, como dice Davis antes de poner el último tema, «tal vez a causa de algo que ha sucedido o tal vez a causa de algo que ahora entiendes, te das cuenta de que hay un nuevo y fresco mundo para ser escuchado». Yo, sin duda alguna, lo haré. Al igual que suelo hacer con las series, películas o libros que me han marcado. Y seguramente descubriré en mi interior nuevas sensaciones que antes no experimenté, y veré la serie desde nuevas perspectivas.

Si no se ha vivido una muerte, no llega igual la profunda verdad que encierra ese silencio, esa calma, ese salir a respirar a la puerta de la calle como hace LaDonna tras el fallecimiento del Albert Lambraux. O la sinceridad terrible de la escena de Delmond y su mujer en el coche, cuando se quedan parados porque ante ellos cruza un coche fúnebre y ambos lo observan en silencio, cogidos de la mano. El espectador comprende y comparte su dolor. No hace falta decir nada. Sabemos —y cómo duele— lo que significa.

LaDonna tras la muerte de Albert Lambreaux

LaDonna tras la muerte de Albert Lambreaux

Personalmente son las escenas entre LaDonna y Lambreaux las que más me han conmovido, por lo reales e íntimas y la profunda emotividad que me trasmite el hecho de que una pareja pueda enamorarse de esa manera sabiendo el poco tiempo que les queda. El masaje en los pies de LaDonna a Albert nos habla con una fuerza formidable y verdadera (directa a nuestro corazón) del cariño, de la preocupación por el otro, del afecto, de la intimidad. Es por estos momentos sublimes, que pocas series me han dado, en los que te olvidas de que estás delante de una ficción y te sumerges en una emoción pura y perfecta, que ‘Treme’ es tan especial para mí.

Dos caras de la misma moneda

Y, como no podía ser de otra forma, la serie termina con la celebración del Mardi Gras, en medio del cual se produce un hecho violento que nos hace recordar otro punto relevante y esencial para comprender esta historia: que la música y el colorido del carnaval, con su alegría efímera (aunque auténtica) no pueden ocultar el hecho intrínseco de la violencia, que se ceba especialmente con las zonas deprimidas y las clases más humildes. Esta realidad, que aparece a lo largo de la serie, se percibe con gran intensidad en la historia de la alumna de Batiste, que vuelve a relatarnos algo que ya vimos en ‘The Wire’: la condena vital que supone ser un niño criado en la violencia de las calles y la dificultad para escapar de sus garras.

Así, la música, el carnaval, la pobreza, las raíces, el caos, la corrupción, la solidaridad, el amor, la violencia, la política, la amistad conviven en esta serie prodigiosa, que nos ha hecho conocer y amar no sólo una fantástica ciudad y sus tradiciones, sino el espíritu de parte de sus habitantes tras un acontecimiento de tremenda magnitud: el paso del huracán Katrina y lo que significó en sus vidas. Pero, sobre todo, ‘Treme’ nos ha hablado, como toda obra maestra, del ser humano y de las infinitas maneras que tiene la vida para salir a flote tras la tormenta. No hace falta decir que yo también echaré de menos Nueva Orleans.

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12 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Hatsuan

    Joder, sólo leyendo ya estoy emocionada.

    Han sido 5 episodios que saben a poco, que se quedan cortos pero al menos, se han cerrado algunas tramas que debían cerrarse. No me hubiera gustado que el caso de corrupción o de asesinato no se resolviera, que no pudiéramos ver al menos un caso de Toni resuelto.

    En Treme, la vida continúa, a pesar que Albert Lambreaux ya no está, ha dejado su legado y éste sigue su rumbo. Cuando no se pueden solucionar las cosas, te adaptas a ello (ver que lo que puso Davis en la carretera se ha quedado allí e incluso le han puesto cemento lo demuestra (creo que le ponen cemento)). Y que con el tiempo te sobrepones a lo ocurrido, sin olvidar el pasado como cuando Toni y Sophia ponen la canción que ponía su marido y padre, la del Professor Longhair.

    Me ha gustado ver que Nueva Orleans enamora a los de fuera: Annie se enamoró de la música y se fue allí a vivir, Nelson quiso sacar provecho de la desgracia, y al final resulta que no es tan patán y usa sus influencias para ayudar a alguien que encima le enamora con comida. Es de echo uno de los cambios que más me han gustado: cuando vi que iba a aprovecharse de los demás tuve ganas de arrear un guantazo a la pantalla del ordenador, y poco a poco, ha sabido ganarse un lugar en el corazón. Como le muestra Davis, Nueva Orleans es todo.

    Batiste otro que ha cambiado que hasta Ladonna se lo dice. Sigue teniendo sus cosas, pero ahora piensa en sus alumnos, y se acuerda de sus hijos.

    Podría estar comentando más, pero mejor lo dejo aquí, no??? =)

    Y cómo vamos a echar de menos Treme. Cuando acabó me quedó una cara de: y ahora qué?

    07 enero 2014 | 19:38

  2. Dice ser Mobius87

    Muy buena entrada. Es cierto lo de que esta serie da la sensación como pocas de que un día llegaron las cámaras a las vidas de los personajes, vimos un trozo y el otro día se marcharon dejándolos de nuevo seguir sus vidas.

    Ahora toca iniciar la espera a la próxima serie de David Simon, que la habrá, aunque tarde.

    07 enero 2014 | 20:57

  3. Hola Hatsuan! Ay, si es que Treme da para muchas charlas con café o té (o birritas, jeje). Es una serie con tantos detalles, tantos matices, tantas escenas y TEMAZOS para recordar que sé que voy a volver a verla muy pronto. Sobre todo porque ya hace tiempo que vi la primera temporada. Pues sí, menos mal que se han podido cerrar al menos las tramas más importantes, pero como digo en el artículo eso no quita para que te quedes un poco insatisfecho. Qué le vamos a hacer. Lo que más me duele es que la serie sea un fracaso comercial. Entiendo que es un delicatessen, pero me jode ver a Simon fastidiado siendo Treme una absoluta maravilla. Muchas gracias por tu comentario y ¡que viva la secta tremeísta! 😀

    08 enero 2014 | 11:01

  4. Hola Mobius87! Cuando se estrene la nueva serie de Simon vamos a tener un hype tremendo. ¡Y será la primera que tuitearemos desde el principio. Nos lo vamos a pasar genial.
    Tal como dices, Treme es como una ventana a un mundo real. Su final da la impresión de que alguien haya bajado la persiana, pero que los personajes siguen allí, con sus vidas. Esa misma sensación me causó Doctor en Alaska, que si no has visto vas a ALUCINAR. Un abrazo!!

    08 enero 2014 | 11:04

  5. Dice ser cristina

    Sabéis esas veces que os gustaría tener amnesia para poder disfrutar otra vez de una serie ya vista?. Pues yo con esta como si lo fuera, pues aún no la he empezado!!! 🙂

    08 enero 2014 | 12:01

  6. Jajajaja, pues ¿a qué estás esperando? Es MARAVILLOSA 😀

    08 enero 2014 | 17:50

  7. Dice ser Sofia

    Ya tuvimos ocasión de hablar en persona de Treme, pero ha sido muy emocionante leer tu artículo. Y como diría un personaje de otra serie que amo: «Treme es un estado de ánimo». Besos!!!!

    11 febrero 2014 | 18:04

  8. Completamente. ¿Verdad que a ti también te ha recordado es el final? Es una de esas series que se te meten muy dentro y te dejan una huella indeleble, aunque suene un poco cursi decirlo. Un beso enorme y gracias por decirme que te ha emocionado.

    11 febrero 2014 | 19:17

  9. Dice ser panfilo

    Simon vuelve a dar una clase magistral a la hora de contar una historia, de darnos personajes humanos y muy creibles, una serie entrañable sin dudas. nos hace pasar de las calles violentas de Baltimore a la depresion, la nostalgia de Nueva Orleans y le compramos la idea muy felices.

    La verdad que nunca me ha gustado ni el jazz ni el blues pero con Treme he disfrutado mucho de sus canciones, lamentablemente los subtitulos que encontre en su mayoria no traducian las canciones y me perdi de bastante.

    Mis personajes preferidos seran siempre la chef y el de Jhon Goodman (mientras estuvo ) y ni hablar de Melissa Leo, da gusto ver cualquier cosa que haga ella, me gustaria saber los tuyos.

    Un abrazo y gracias por leerme

    12 septiembre 2015 | 22:17

  10. Hola querido Panfilo! Qué alegría ver que has disfrutado y devorado esta gran serie que amo. Es tan humana y tiene esa música que le da un toque de alegría a pesar de la tristeza tras el huracán que pronto regresaré a ella. Y no hay nada mejor que preguntarle a una gran fan de la serie sobre sus personajes favoritos (me pasaría horas hablando de ellos). Como tú, John Goodman es uno de mis preferidos. Aunque su papel sea tan corto, es uno de los que más huella dejan. Pero si tengo que elegir a los que más me llegan por su personalidad y actuación me quedo con la grandísima LaDonna (Khandi Alexander) y el también enorme Clarke Peters como Albert «Big Chief» Lambreaux, dos personajes maravillosos. Por supuesto que tampoco puedo olvidar al crápula Batiste… En fin, que todos tienen algo que los hace especiales. Es muy difícil que en una serie tan coral como esta no haya nadie que sobre. Ahhh, Treme.
    Por cierto, el otro día me acordaba de ti y me preguntaba si habrías visto In Treatment. Si no lo has hecho creo que te encantará. Y otra cosa: pronto hablaré de American Crime, que me está pareciendo fantástica. Un beso y, como siempre, mil gracias por contarme tus impresiones sobre las ficciones que tanto amamos. Un fuerte abrazo desde el otro lado del charco 🙂

    15 septiembre 2015 | 07:35

  11. Dice ser panfilo

    Estoy abierto en este momento a toda recomendación y mas si es de tu parte, todo lo que tenga que ver con la psicología me cautiva y tengo agendada In Treatment hace rato, te cuento y de paso te recomiendo que le eches un vistazo a la nueva serie de Netflix en torno a la vida de Pablo Escobar llamada Narcos, tiene la salvedad que esta contada desde el punto de vista de la DEA y no la del traficante, de lo mejor del año.

    No me gusta ver series que no estén terminadas, pero a estas alturas de mi vida ya soy un zombie seriefilo y he tenido que ceder, en estos dias empiezo con Mr Robot ya que no me quise quedar al margen del hype y ya estoy viendo una de las series mas infravaloradas segun los expertos de la HBO, hablo de Boardwalk Empire.

    Un abrazo

    16 septiembre 2015 | 21:53

  12. No te preocupes que ya tengo en mi lista de pendientes Narcos, a la que le echaré un vistazo en breve. Mr. Robot ya te leerás el post cuando hayas terminado y comentaremos impresiones. Sobre Boardwalk Empire tengo sentimientos encontrados. Me gustaron bastante las dos primeras temporadas, pero luego se quedó ahí estancada. A ver si me animas a retomarla! Seguimos hablando. Un beso!

    21 septiembre 2015 | 16:04

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