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Homeland, una de las mejores series en emisión
Homeland no murió tras su tercera temporada. Al revés, aprendió de sus errores para consagrarse como uno de los dramas/thrillers políticos más apasionantes que se emiten en la actualidad. La historia sobre la dualidad moral de un prisionero político, un remake de la fantástica serie israelí Hatufim con la que se inauguró esta ficción, ha dejado paso a la complejidad de las relaciones políticas internacionales de Estados Unidos y las alcantarillas del espionaje, plasmando de una manera actual las diferentes manifestaciones del terrorismo y la lucha contra él.
Skam, la serie revelación sobre el mundo adolescente
Es difícil encontrar una serie que refleje el mundo de la adolescencia y la difícil transición a la madurez de una manera fidedigna. Sin embargo, Skam lo ha conseguido. Las dudas, los temores, la sexualidad, los celos, las primeras relaciones, las fiestas y la importancia de la amistad son los pilares de esta webserie que ha conseguido traspasar las fronteras de Noruega, su país de origen, para convertirse en un fenómeno viral durante su tercera temporada.
Unforgotten, la joya del drama policial inglés
Aunque ya os he hablado de Unforgotten en anteriores ocasiones (se situó en el número dos de mi ranking de mejores estrenos 2015 y le dediqué un post junto a River), ahora que ha finalizado su segunda temporada es hora de volver a escribir sobre ella. ¿Por qué? Ni más ni menos porque este drama policial inglés es una de las series más sobresalientes que se están emitiendo en la actualidad.
La premisa de Unforgotten es la investigación policial de un caso de desaparición histórico que dos policías londinenses, Cassie Stuart (la gran Nicola Walker) y Sunny Khan (Sanjeev Bhaskar), junto a su equipo, tratan de resolver. Sin embargo, su verdadero valor radica en la construcción de una historia que funciona con la perfección de un reloj suizo, y en las asombrosas ramificaciones que plantea un asesinato cometido hace más de veinte años que regresa a la luz para desvelar secretos que afectan a personas todavía vivas.
Un trato justo para The OA
Quizás porque yo misma me dedico al noble arte de la creación, o bien porque me he hecho mayor y veo el mundo en tonalidades de grises, cada vez me gustan menos los juicios absolutos y valoro que una serie, película o libro sea capaz de entretenerme aunque no sea perfecto (¿hay algo que lo sea?). Lo hablaba por Twitter el otro día con el amigo Nacho Macho @Xamfargo respecto a The OA, la serie de Netflix que ha vivido un caso parecido a The Leftovers pero a la inversa: de la emoción inicial al desprecio más absoluto.
No seré yo quien le reste importancia a los finales. Lo he comentado en numerosas ocasiones: suele ser lo que determina el sabor de boca que nos deja una historia. Sin embargo, cada vez trato de otorgar más importancia al viaje. ¿Con esto quiero decir que The OA me ha parecido una serie redonda? En absoluto. ¿Es una serie que no hay que ver, una absoluta pérdida de tiempo? De ninguna de las maneras. (Spoilers leves)
El anticlimático pero excelente final de The Fall
Las dos últimas semanas las publicaciones del blog han sido un poco irregulares porque ando muy ocupada preparándoos una sorpresita de la que pronto tendréis conocimiento (tacháan) y, además, apareció The Crown para poner mi parrilla televisiva patas arriba. Sin embargo, no quería que pasara más tiempo sin comentar la conclusión de una de las series más perturbadoras que he visto nunca: The Fall, una narración que tiene como protagonista a uno de los psicópatas que más miedo me han dado: Paul Spector, interpretado por Jamie despiertapasiones Dornan.
Cuando The Fall llegó a nuestras vidas lo hizo con una declaración de intenciones: 1) ni siquiera los musculitos de Dornan iban a evitar que se nos revolviera el estómago con sus acciones de violencia extrema contra las mujeres y 2) su antagonista, la detective Stella Gibson (Gillian Anderson) de Scotland Yard, encarnaría todo lo que Spector quería anular: una mujer independiente y dueña de su vida, inteligente y elegante, que no se somete a los hombres y que gracias a su profesionalidad ha llegado a una posición de poder.
El conflicto estaba servido. (Atención, Spoilers)
Halt and Catch Fire, más allá de la idea que cambió el mundo
Hoy en día no podemos concebir nuestra existencia sin la presencia de los ordenadores e Internet. La revolución que ha supuesto para nuestro estilo de vida es pasmosa y ha ocurrido en relativamente poco tiempo. Un tema tan relevante como este y que, sin embargo, es desconocido por la mayor parte del público, suponía un reto para ser contado en una serie de televisión. ¿Por qué? Debido especialmente a los dificultosos conceptos tecnológicos que debían manejarse para que la narración fuera realista.
Los héroes de la historia ya estaban claros. Si ha habido dos personajes carismáticos en la revolución del ordenador personal estos son Steve Jobs y Steve Wozniak. El primero un pistolero solitario, ambicioso y con una manera única para ver las opciones de negocio allá donde otros no podían, y, el segundo, un talentoso ingeniero electrónico y programador que, a los once años, ya había construido su propia estación de radio.
¿Os suena?
Transparent, aceptar la identidad (review de la tercera temporada)
Transparent posee lo que más me gusta en cualquier narración, ya sea literaria o audiovisual: sutilidad, altas cotas de emoción y una sensibilidad muy acusada para entender sin juzgar a los personajes. Por eso se ha convertido en una serie especial para mí, incluso diría que en una de mis favoritas. Si la segunda temporada nos ofreció momentos fantásticos, en la tercera la serie ha ido creciendo, volviéndose más coral y dotando de vida a los personajes secundarios, que quedaban siempre en segundo plano frente a la vívida historia de la transición de Maura.
Debía ser así. La decisión de Maura lo cambia todo para su familia y era relevante explicar de qué manera se va asumiendo esta mudanza de rol y cómo afecta a sus vidas, transformándolas en muchos aspectos. Jill Soloway y su equipo de guionistas (Bridget Bedad, Ethan Kuperbeg, entre otros), han conseguido dar un paso al frente y profundizar en cada uno de los caracteres, logrando que el espectador empatice con ellos y los comprenda, dotando a la narración de múltiples capas de significado. (Atención, Spoilers)
Band of Brothers, la visión de los ganadores
No sé dónde tendría la cabeza la primera vez que intenté ver Band of Brothers (Hermanos de sangre). Lo cierto es que después del primer episodio no seguí con ella por parecerme demasiado “patriotera”. Ahora que la he visto hasta el final (con un nudo en la garganta y el corazón a mil en casi todos los episodios) puedo decir que se encuentra entre las mejores miniseries que he visto nunca, aunque es cierto que los acontecimientos se presentan haciendo mayor hincapié en el talante heroico de los hombres que en la crítica a la guerra, a diferencia de otras series bélicas como Generation Kill, donde David Simon relata de una forma más cruda y verídica la sordidez y estupidez de los altos cargos, y el sinsentido de la lucha.
A pesar de que mi ideología me posiciona más cerca de Generation Kill o de películas como Senderos de Gloria (Paths of Glory), de Stanley Kubrick, o Vencedores y vencidos: el juicio de Nuremberg, de Stanley Kramer, no puedo dejar de reconocer que Band of Brothers es un derroche de talento narrativo y visual, con una fuerza en las imágenes capaz de cortarnos la respiración, que aúna la capacidad de trasladarnos a lo más cruento de la batalla y, al mismo tiempo, emocionarnos por la estética de sus planos, secuencias, dirección y banda sonora. (Atención, Spoilers)
The Night Manager, lujo de ensueño y espionaje clásico
Durante el pasado mes de agosto he sido una buena chica y he estado haciendo los deberes de series pendientes para la próxima gala de los Emmy que, como todos sabéis, se celebra el próximo 18 de septiembre. Dentro de la categoría de Limited Series —una de las más jugosas—, me faltaba por ver The Night Manager (BBC-AMC), la miniserie basada en la novela homónima de Le Carré sobre un gerente de hotel y exsoldado que se infiltra en una organización de tráfico de armas, protagonizada por Hugh Laurie, Tom Hiddleston y Olivia Colman.
Lo cierto es que cuando se estrenó vi el primer episodio y no me convenció demasiado. Me pareció plana y convencional, con el único aliciente de ver a House haciendo de villano pijo. Sin embargo, le volví a dar una oportunidad y vi que me había equivocado por completo: The Night Manager es una estupenda miniserie, con una interesante y entretenida historia de romance y espionaje que se engulle en un periquete y que posee el toque glamuroso, dinámico y exótico de las historias de espionaje clásicas. (Puedes seguir leyendo)