Hay épocas en las que no encuentras cosas interesantes que ver. O, sencillamente, lo que hay no te apetece demasiado. A veces me ocurre que, tras una gran serie, me cuesta volver a centrar mi atención y necesito un periodo de vacíacocos para relajarme sin pensar. Esto es lo que me ha sucedido tras ver la excelente Gomorra. No encontraba nada que se le pudiera comparar (no, ni tan siquiera Transparent), y me he dado de lleno al drama familiar de Parenthood. Cinco temporadas (no es broma, amigos) me he tragado de la familia Braverman hasta llegar a amarla-odiarla como si fuera la mía.
Pero hasta los «guilty pleasure» llegan a saturar, y cuando empiezas a soñar que Zeeck Braverman te arregla el coche, te das cuenta de que tienes un problema. En mi disco duro, mirándome con sorna, tenía el inicio de la cuarta temporada de Homeland. Y sólo R’hllor sabe las pocas ganas que tenía de ponerme con ella. Sin embargo, algunos miembros de mi Time Line me estaban empezando a seducir con sus cantos de sirena. «Oye, no está nada mal», «el reseteo le ha sentado bastante bien», «la cosa se está poniendo interesante» y algunos comentarios de esta índole me impulsaron a darle (otra) oportunidad tras las irregulares segunda y tercera temporadas.
Y, oye, al final tenían razón. Resulta que Homeland está siendo de lo más interesante que se puede ver este otoño, con una trama bastante convincente y una Carrie más loca que nunca. Eso y The Affair, que no os podéis imaginar las ganas que tengo de escribir sobre ella. Me tiene en ascuas, sí señor. Me intriga, me deja hipnotizada durante casi una hora, y me incita a hacer cábalas sobre lo que realmente estoy viendo. Lo único que me distrae es la boca de Ruth Wilson, que no sé si va a cobrar vida propia y engullir de un bocado al pobre McNulty encoñado. ¿Por qué ha hecho eso con su cara? ¿No se da cuenta que parece la prima hermana del pato Donald? En fin. A pesar de los apéndices gomosos, The Affair es la serie que con más ansia espero. Y si puedo hacer doble sesión con The Good Wife, ya puede caerse el mundo que Cecilia no irá al rescate.
¿Y qué más estoy viendo en este otoño que parecía que no fuera nunca a llegar? En comedia sigo fiel a la tradición con The Big Bang Theory (lo siento, haters, pero me lo sigo pasando estupendamente con mis «nerds» favoritos, sobre todo si hay «guest stars» como Lorne Malvo (el personaje era igual de creepy), y Modern Family, que continúa regalándonos sonrisas a pesar del inevitable desgaste. Para complementar el «guilty» de los Braverman (ahora ya voy capítulo por semana si salen los subtítulos, thanks lord), sigo con las petardas country de Nashville. Semana tras semana me repito que debo dejarla, pero ahí sigo. Por algo será. O no.
Y poco más. Ah, bueno, se me olvidaba una cosa importante. Estoy viendo Olive Kitteridge, una miniserie de la HBO de 2014 interpretada por la siempre solvente Frances McDormand y el estupendo Richard Jenkins sobre la gris existencia de una profesora de escuela en Nueva Inglaterra y la relación con su marido a lo largo de veinticinco años. Si sigue como hasta el momento (sólo he visto un episodio de los cuatro que la conforman), va a ser una grata sorpresa y le dedicaré una reseña en breve. De momento que os vaya sonando porque creo que no me equivoco. Ahí os dejo el trailer por si os animáis, que seriear esto bajo el edredón es incluso mejor que comer pelotas de cocido en un día de invierno.
PD A Jane the Virgin voy a intentar darle otra oportunidad pese a su sospechosa cara de Chabelita (gracias, Conquer, por imprimir esta horrible imagen en mi cerebro).
A mí me ha pasado lo mismo después de ver la impresionante Gomorra, esa sensación de vacío que solo dejan las más grandes. Por suerte me quedaba la recta final de Fargo, y la despedida de Nucky. Ahora me agarro como tú a la muy entretenida Homeland y a la hipnótica The Affair. Mi vacía cocos está siendo Los 100 que, de momento, me engancha lo suficiente. Mis comedias las tuyas también. Risas aseguradas.
11 noviembre 2014 | 13:00
la primera de homelan fue casi perfecta, la segunda floja , y la tercera es mediocre sin rodeos, pero este reset me gusta, Carrie esta mas loca que una cabra pero me sigue pareciendo adorable.
Saludos
11 noviembre 2014 | 18:33
Es que Gomorra es mucha Gomorra. Cuesta mucho encontrar algo así. ¡Y menos mal que tenías Fargo, que es una joya! Pues apúntate también Olive Kitteridge, que me está gustando mucho. Esta tarde de lumbago en cama me pienso hacer maratón. Ta te contaré! Un beso 🙂
13 noviembre 2014 | 13:48
Hola Panfilo, pues casi que prefiero la tercera temporada a la segunda de Homeland. Aún así, pasado cierto tiempo, tampoco es que haya dejado mucho poso en mí. Ya llevo siete episodios de la tercera temporada y me está pareciendo de lo más entretenida. Y esa Carrie! Está fatal de la azotea, pero adorable? Al menos en esta dan ganas de darle de sartenazos, jejeje. Un abrazo, amigo!
13 noviembre 2014 | 13:51