Adiós a ‘Mad Men’, una de las obras maestras de la televisión

don_confesion_finalMadMenCon un episodio final que no ha sido completamente de mi gusto, pero con un último tramo que he disfrutado mucho y que nos ha dejado algunas escenas memorables, nos despedimos de ‘Mad Men’, una serie única y original, una joya televisiva que cierra la etapa de la edad de oro de la televisión aportando una nueva forma de concebir el medio: con inteligencia, elegancia, clase, respeto por el espectador y una escritura sutil capaz de revelar el alma humana de una forma que pocas series han conseguido.

En una serie como ‘Mad Men’, tan rica en significados, si hay un tema que ha sobrevolado por encima del resto ha sido el del sentido de la vida. ¿Qué es lo que necesitamos para ser feliz? ¿Qué puede garantizarnos serlo? En una entrevista en ‘America in Primetime’ Jon Hamm, que ha tenido una infancia casi tan desgraciada como la de su alter ego Don Draper, afirmaba: «Necesitas implicarte hasta el fondo con las personas que amas». Tanto Don como Peggy, los grandes protagonistas de la serie debido al paralelismo de sus existencias, han intentado a toda costa alcanzar una felicidad que siempre se les escapaba de las manos. Su ambición, la anteposición del trabajo y una forma de ser en la que primaba escapar de los problemas en vez de hacerles frente, los conducía una y otra vez a la infelicidad. (Atención, SPOILERS)

La recta final, aunque con algunas incoherencias narrativas (sobre todo en el último episodio) ha tratado de cerrar el círculo emocional de sus personajes. Sin embargo, no ha sido consecuente con todos ellos y no ha logrado la emoción que esperaba y que he sentido tan a menudo viendo esta serie prodigiosa. Algunas historias han estado mejor hiladas, como la excepcional trama de Joan. Otras han puesto el punto final dejándonos con una sensación de perplejidad, como ha sucedido con el acelerado romance de Peggy Olson, la trama menos certera de una recta final centrada, sobre todo, en el personaje de Don Draper.

El viaje iniciático de Don

Para comprender mejor la historia y ver el final con perspectiva hay que retrotraerse al primer tramo de la séptima temporada —que ya queda tan lejos—, con Don sumido en la desesperación. Tras el patetismo de Hershey y su aventura con Sylvia, presenciada por Sally, había perdido su lugar en el mundo. Considerado un elemento nocivo hasta por sus propios socios, no tenía nada más donde aferrarse que su matrimonio, que también hacía aguas. Sin embargo, la visita al viejo burdel donde se había criado, al final de la sexta temporada, abría una ventana a la esperanza.

Como decía en mi review de la primera tanda de la séptima temporada, quizás Don necesitase que un hecho drástico le ayudase a encarrilar su vida de nuevo. Su nuevo cargo en McCann Erickson no era la respuesta, y menos todavía al ver que el gran gigante de la publicidad había eclipsado la aureola de éxito que siempre le había acompañado. Así, la huida era un paso coherente en un personaje que siempre tendía a desaparecer cuando las cosas se ponían difíciles.

El viaje iniciático o viaje a ninguna parte que emprende Don, dejando atrás una vida de insatisfacciones, en pos de una mujer tan desgraciada como él mismo, sin identidad, casi sin posesiones, y encontrando reflejos de sí mismo (como el guapo truhán al que le regala el coche) nos devuelve a la verdadera esencia del personaje: aquel Dick Whitman surgido de la nada, que huyó de la guerra tras —oh, dios mío— hacer volar a su comandante, y que trata de forjar una nueva vida ignorando el pasado.

Mientras Don se aproxima a su destino en busca de su verdadero yo —un asunto tan de los años sesenta y setenta— en Nueva York la vida sigue su curso. «¿Acaso se ha parado el mundo sin mí?», le dice por teléfono a Peggy desde la comuna hippy, sin falta de razón. Ni siquiera para Betty (ahora hablaremos de Betty), es necesario que Don esté allí. Ni para sus hijos, que están acostumbrados a sus ausencias, como le recuerda su exmujer en la magnífica (y tristísima escena) telefónica de “Person to Person” (S07E14). Don, como más adelante reconocerá, y como Jon Hamm daba a entender en la entrevista, ha dejado de lado a los que podrían salvarle y su fin es incierto.

¿Redención y Coca-Cola?

Pero, como siempre ha sucedido, la ¿redención? llega de la mano de su única amiga verdadera (¿su única familia?) a la que confiesa todos sus pecados con un desolador: «He roto todas mis promesas. No soy el hombre que crees», en un dramático momento en el que no sabemos si decidirá finalmente acabar con todo. Aunque era consciente de que la muerte no era un final factible para él —recordemos que es un superviviente—, no he podido asimilar como cierta la repentina catarsis del personaje tras el abrazo al hombre en la sesión de terapia (por cierto, ¿qué fue esa historia de la nevera?) ni su iluminación yogui. Ni siquiera la elipsis que da a entender que, gracias a su nuevo estado mental, es capaz de pergeñar el famoso anuncio “It’s real thing”, de Coca-Cola.

Como hablaba ayer con Lorenzo Mejino, autor del blog Series para Gourmets, ‘Mad Men’ nunca se ha apropiado de un spot o eslogan real (excepto It’s toasted, de Lucky Strike, mucho más desconocido), y aquí lo hace. Y nada menos que de uno de los más exitosos en el mundo de la publicidad, creado por Bill Backer para McCann Erickson. Por una parte puedo entender que en la conclusión quisieran rendir homenaje al mundo de la publicidad que tan bien ha reflejado la serie y hacerlo con la marca más famosa del mundo, pero ¿realmente era necesario que fuera de esta forma? Sin embargo, el final de Don me parece acertado en un aspecto: nos habla de su reinvención profesional sin aclarar si será capaz de superar sus problemas personales… es decir, Don seguirá como siempre: intentando conseguir la felicidad que siempre se le escapa de las manos, probablemente aferrado a una botella de whisky.

don_finalMadMen

La dignidad de las mujeres y una patada romántica

Como ya he anticipado, el problema esencial del último episodio de ‘Mad Men’ ha venido de la mano de Peggy. Este personaje que, al igual que Don, nunca ha sabido encontrar la felicidad más allá del trabajo, ha llegado hasta el final del viaje sin encontrar el amor. Sin embargo, había alcanzado una meteórica posición profesional, y todos auguraban un gran futuro para ella como directora creativa. El penúltimo episodio nos dejó su momento «rock star», cuando finalmente toma posesión de su cargo en McCann Erickson. Una escena espléndida y divertida que, desde mi punto de vista, hubiera constituido el final más coherente e inteligente para el personaje.

El arrebatado amor hacia Stan Rizzo, un personaje secundario que casi no ha dejado huella en la serie (y que, por cierto, vivía con otra mujer), ha sido un verdadero pegote sin sentido que, para más inri, va contra del feminismo inherente a la serie. Es cierto que la vida es mejor con amor, pero no siempre se alcanza, ni las mujeres tienen que ser siempre desgraciadas sin él. En este sentido, un final abierto para Peggy hubiera resultado más emotivo. Tiene esta carencia pero, a pesar de ello, es capaz de seguir adelante y tener un brillante futuro.

Con la cabeza bien alta

La trama más emotiva e impactante de esta recta final ha sido protagonizada por uno de mis personajes favoritos: Joan. La dignidad con la que se enfrenta al jefazo de McCann Erickson, que intenta desposeerla de lo que ha conseguido a favor de un hombre mucho menos capaz que ella, es una de las escenas más memorables de la serie.

Joan ha crecido como mujer, ha cambiado y evolucionado tras la humillación de Jaguar. Sigue añorando el amor, pero no está dispuesta a dejar su faceta profesional por una relación. Como le dice a Richard en una frase que consiguió ponerme los pelos de punta: «Simplemente no puedo apagar esa parte de mí. Nunca se me ocurriría hacerte elegir». Joan, como una verdadera heroína, es capaz de hacer frente al machismo que trata de doblegarla una y otra vez, y salir fortalecida frente a las injusticias.

De hecho, si hay una escena en “Person to Person” que me emocionó profundamente fue la conversación entre ella y Peggy, cuando le ofrece ser socia en la nueva productora que está montando, pese a que Peggy rechace el ofrecimiento. Los personajes femeninos de ‘Mad Men’ se han erigido en verdaderas heroínas en un mundo de hombres, y han crecido desde unos clichés iniciales (la «femme fatal» en el caso de Joan, la ingenua en el caso de Peggy) para convertirse en personajes ambivalentes, profundamente complejos, a los que hemos amado con todos sus defectos.

La sobriedad frente a la muerte

Ay, Betty. Si hay un personaje rico en matices en ‘Mad Men’, tan estrafalario como atractivo, este es el de Betty. Aunque no soy muy del gusto de los melodramas, la terrible conclusión del personaje ha aportado una decencia y sobriedad al personaje que me ha maravillado (La Serialista habla de «estoicismo WASP» y me encanta). Sin embargo, qué terrible destino. Cuando por fin ha criado a sus hijos y ha encontrado una salida a sus problemas de autoestima en el estudio (Psicología, claro que sí), la enfermedad, provocada por el tabaco omnipresente, ha condenado al personaje.

Sin embargo, la calma con el que se toma la noticia, y la carta que le escribe a Sally en “The Milk and Honey Route” (S07E13), han llenado la recta final de una emoción inusitada y ha servido de catalizador para Don. De nuevo, en ‘Mad Men’, las mujeres nos sorprenden y nos maravillan, alejándose de cualquier rastro de convencionalismo o estereotipo.

Y obligada a madurar de manera repentina, otra mujer, Sally, se ve depositaria de la responsabilidad que los hombres no pueden afrontar. Ni el ausente Don ni Henry van a estar ahí para sus hermanos pequeños. Sally sí, renunciando por el momento a sus sueños y haciéndose cargo de la situación con una valentía y arrojo capaz de poner en su lugar a su propio padre.

Tras el desastre familiar que ha contemplado, Sally emerge con otra forma de pensar, como una mujer de los nuevos tiempos, en una de las escenas más dramáticas y emocionantes de la serie, la de la carta: «Sally, siempre me he preocupado por ti porque marchabas al son de tu propio tambor. Pero ahora sé que eso es bueno. Sé que tu vida será una aventura», dice la voz en off de Betty poniéndonos a todos un nudo en la garganta.

sally-carta_madMen

Crápulas y finales felices

Parece que Weiner y su equipo de guionistas han querido ser benevolentes con Pete y Roger. Quizás haya sido más factible la conclusión de Pete, al que le conviene regresar con su familia por su nueva posición (y por los celos que le provoca ver a Trudy comportarse de manera independiente). Sin embargo, la conclusión de Roger ha sido menos creíble. Aunque la vida con Marie, la madre de Megan, no va a resultar fácil (menuda tigresa), ¿por qué este arrebato por buscarles a todos una relación? Hubiera preferido una escena de crápula con un par de jovencitas y mucho, mucho whisky.

Así, de una manera imperfecta pero dejando tras de sí siete temporadas que, aun con sus altibajos, nos han ofrecido una narración portentosa, ‘Mad Men’ se despide dejando un verdadero legado y una manera de prodigiosa de contar la vida de unos locos publicistas que han sido el reflejo de una época cambiante y turbulenta. Por todo ello, no cabe nada mejor que quitarse el sombrero, levantarse, aplaudir y dar las gracias.

34 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser panfilo

    Mad men me pareció una obra maestra en las primeras dos temporadas, una vez que Don abandono el hogar la serie se convirtió en un enorme «follo y luego existo» y a mi que me encantan los rollos familiares en las series esto me hizo perder la pasión por la serie.
    Eso sí nunca he dejado de admirar la capacidad narrativa, lo elegante, lo bien ambientada que estuvo durante sus 7 temporadas, dejándonos en especial a los mejores personajes femeninos que haya visto en la tv.
    Ahora hablando de la recta final, creo que Mad men se extendió demasiado, las temporadas intermedias entiéndase la 4 y 5 fueron muy monótonas y mostraron una evidente decadencia de la serie, la temporada final ha sido muy correcta pero nada del otro mundo.
    Mad men ha sido de las series que más evolución ha mostrado en sus personajes, por ejemplo el de Peter y Peggy que en las primeras temporadas eran tan sustanciosos y complejos pero acabaron siendo aburridos y planos en especial Peggy que tuvo un final digno de culebrón venezolano barato.
    Respecto del tramo final, a muchos les ha parecido una jugada maestra lo de coca cola, a mi solo un recurso interesante, no es para aplaudir ni para llorar, en resumen fue un final correcto pero que pudo ser mejor.

    Un saludo

    19 mayo 2015 | 13:28

  2. Dice ser Lledó Horne

    Me ha gustado, as usual, tu review y de todas las que llevo leídas en el día de hoy me quedo con una idea principal… Es el final de una época… Todos los vivido con Don y Peggy desde el principio sentimos una punzada de tristeza y a la vez nos sentimos felices porque hemos estado con ellos durante ocho magníficos años.
    El final de todos ha sido coherente con sus vidas… Para mi, por motivos personales, lo de Peggy me ha gustado mucho aunque lloré mucho, pero también tengo que decir, que me pareció demasiado deprisa y me dejaron con ganas de saber más cosas pero bueno… Hacen buena pareja y ya llevaba un par de episodios oliéndomelo… #hamor
    En fin… Que todo se termina… Ahora toca brindar con coca-cola mientras fumamos un lucky y pensar que las mejores cosas en la vida son gratis…
    Un besazo amigui!

    19 mayo 2015 | 17:17

  3. Hola Panfilo, bastante de acuerdo en lo que comentas sobre el final, y en especial lo de Peggy, que me sacó por completo de la narración. Respecto a Don, no me creí el abrazo al buen señor en el retiro yogui, que sí creo que fue concebido como algo sincero. En su sonrisa final prefiero ver el cinismo de encontrar el anuncio perfecto para Coca-Cola y sacarle partido. Pero, por encima de todo, no me causó especial emoción lo que sucedió. De las conversaciones telefónicas me quedo con ese «Birdie», que me emocionó mucho. Sin embargo, la conversación con Peggy me dejó algo fría.
    En cuanto a lo que comentas de las temporadas, aunque la primera y la segunda son las mejores (como dices), la tercera y cuarta son estupendas también. En su día hice un post comentando la irregular quinta temporada que, aunque tuvo episodios magníficos, quizás sea la más floja. Pero la sexta fue oscura y muy emocionante, y la séptima, pese a todo, ha estado muy bien también. Sin embargo, es normal que los personajes se estanquen un poco con tantas temporadas. A mí lo que más me ha cansado es el tema del cambio de oficinas, absorciones, etc… Pero bueno, se le pueden sacar peros (como a todas), aunque, en general, creo que es una serie enorme y maravillosa. Y lo mejor: muy especial. No hay ninguna que se le parezca. Un abrazo muy fuerte y gracias por comentar 🙂

    20 mayo 2015 | 15:40

  4. Ainssss, el otro día, buscando un episodio para ver en el disco duro, pensé que ya no habría más de Mad Men y… uff. Cómo llegas a empatizar y a querer a los personajes. ¿Te puedes creer que antes de ver el final estuve soñando con la serie TODA la noche? Estoy enfermita, jejeje. Así que te tomo la palabra: fumemos un Lucky bebiéndonos una coca cola, a poder ser con chorrazo whisky y oyendo musiquilla zen xDDD. A lo mejor se nos ocurre una idea cojonuda y nos forramos!
    Por cierto, eres una romántica incurable. Lo de Peggy… ¿de verdad te lo olías? Yo para nada! Si Stan estaba enrollado con una y vivía con ella… Yo creo que Stan durará poco y que Peggy tendrá mucho éxito y encontrará, más adelante, un buen maromazo con más personalidad (ya que estamos, me lo imagino). Aunque, de todas formas, si lo piensas bien Stan es mil veces mejor que Pete 😛 Un beso ENORME!

    20 mayo 2015 | 15:47

  5. Dice ser panfilo

    concuerdo contigo en la falsedad del abrazo de don al final del capitulo, no hay margen de interpretacion como mucha gente piensa de ese anuncio de coca cola, esta mas claro que el agua que Don se inspiro en los hippies para crear el auncio, no hay ningun misterio por lo menos para mi

    Por otro lado me parecio injusto el final de Betty, ella no se merecia eso y ademas la familia de Don fue la mas lastimada de todo

    21 mayo 2015 | 00:34

  6. Lo de Betty es muy injusto, aunque no hay que olvidar que el toque melodrama vende mucho… De todas formas, han escrito su final sin caer en la sensiblería, y el personaje lleva su destino con una dignidad impresionante. Y lo de Don, sí, está bastante claro, aunque no sé si el abrazo es falso o se deja arrastrar por todos los acontecimientos que le rodean… Lo que está claro, al menos para mí, es que la cabra tira al monte y Don volverá a las andadas. Si hay algo de lo que estoy convencida es que la gente no cambia, de ahí el anuncio de Coca-Cola. Un saludo y gracias por dejarme tus impresiones 😉

    23 mayo 2015 | 12:04

  7. Dice ser Diego Camino

    Ya tenía ganas de leerte, pero no podía hacerlo hasta que no viera el final, que no ha sido hasta este fin de semana. En líneas generales estoy totalmente de acuerdo contigo. Me ha parecido un buen final (no maravilloso, como me hubiera gustado), con momentos deliciosos, y otros como los que comentas (especialmente el de Peggy o Pit) que me han parecido forzadísimos. Creo que el final que le han dado a Don es bastante coherente con el personaje y su historia, y ese final con coca cola esta muy bien pensado aunque quizá no tan bien ejecutado. En Fin, una grandísima serie que echaremos de menos.

    01 junio 2015 | 08:50

  8. Hola Diego, creo que has resumido a la perfección en un párrafo lo que ha sido el final de Mad Men. Lo de Don, sobre todo. Una buena idea pero ejecutada de una manera un tanto torpe e incoherente con el personaje. Me gusta mucho más cuando la mujer le empuja o él mira con malos ojos a esos hippies que cuando se abraza llorando al hombre. Aunque lo vi sincero, no tiene mucho que ver con su personaje. Menos mal que en la escena final recobra su cinismo… Don ya es perro viejo y no creo que ni la contracultura ni nada lo haga cambiar de forma de ser y estar en el mundo. Lo demás, ciertamente precipitado. Incluso, ahora que ya ha pasado un tiempo y puedo pensar con más claridad en la recta final, hasta lo de Betty me resulta un poco fuera de lugar. En fin, de todas formas, en esta serie lo más importante ha sido el ciaje, aunque me hubiera gustado más un final al que no poder sacarle ningún pero. Un beso y gracias por comentar.

    03 junio 2015 | 14:29

  9. Dice ser Criticon

    Hola Cecilia!!! Tanto tiempo… de nuevo por aca…
    Puff… siento que ha pasado mucho. He tenido algunos problemas que ya te contaré.
    Tampoco me he olvidado de tu libro.
    Pero entré para ver que habías opinado de la 7 de la gran Mad Men.
    Me estan quedando algunos capítulos. Todavía no la terminé. Pero me encanta.
    Y tengo ganas de hacer como vos. Ver toda la serie de nuevo. No se aguantaré. Pero me fascina Mad Men.
    La voy a extrañar.
    Lo bueno es que David Simon volvio a la TV.
    Te mando un gran beso.

    22 agosto 2015 | 04:00

  10. Hola Criticon! Justo el otro día me acordaba de ti, así que me has dado una grata sorpresa. Ay, Mad Men, que se nos ha ido. Cuando termines de verla ven a leer el post y ya comentaremos en profundidad lo mejor y lo peor de la temporada. Aún así, no dudes en revisarla. Es un disfrute continuo. Y, sí. ¡Simon volvió a la TV! Solo he visto la primera parte de Show Me a Hero y me ha encantado. Echaba de menos su virtuosismo y el realismo de sus historias y personajes. Por cierto, la ambientación de los años 80 es absolutamente GENIAL. En cuanto acabe, post asegurado, pero, de momento, pinta estupendamente.
    Y, bueno, ya me contarás esos problemas que has tenido. Espero que no sea nada grave… Y también espero crítica de Araneida, jejeje. Un beso muy fuerte y continúa disfrutando de los últimos episodios que te faltan. Abrazos!

    22 agosto 2015 | 14:19

  11. Dice ser Nazaret Perenzo

    Un año ya??? Oh my God!
    ¡Cómo disfruté la serie!
    ¡Cómo la echo de menos! ¡Cómo me ponía Don!
    ¡Cómo todo Mad Men!

    17 mayo 2016 | 13:50

  12. Dice ser A ver series

    Cómo pasa el tiempo, verdad? Ay, yo también la echo TANTO de menos… Cada episodio era una fiesta que esperaba con tantas ganas. Qué personajes, qué mundo inolvidable, y la carta de Betty… AY

    17 mayo 2016 | 13:53

  13. Dice ser Nazaret Perenzo

    ¡Todo! Yo encima la pillé tarde y me di el gustazo de ver las primeras temporadas en maratones. Gustazo me di.

    17 mayo 2016 | 14:14

  14. Dice ser A ver series

    Yo hace dos veranos también maratoneé las cuatro primeras y, si cabe, las disfruté más que la primera vez. Tiene unos diálogos, un humor, una sutilidad… Es única

    17 mayo 2016 | 14:19

  15. Dice ser Marián Ibáñez

    Yo también echo de menos la serie, pero es mejor que haya sabido terminar a tiempo. Seguir estirándola era muy peligroso. Así será siempre una gran serie, desde el principio hasta el final. Y siempre podemos volver a verla…

    17 mayo 2016 | 14:49

  16. Ayy yo también la echo de menos. Aún recuerdo como me temblaba todo en las últimas escenas. A día de hoy no hay nada que espere con tantas ganas cada semana, excepto Juego de Tronos. Y no sé si una serie me va a cautivar tantísimo como Mad Men.

    17 mayo 2016 | 14:51

  17. Dice ser A ver series

    Marián Ibáñez Desde luego. Creo que aunque nos doliese ya le tocaba terminar. De hecho, y aunque en general es magnífica, para mí las tres últimas temporadas no llegan a la altura de las cuatro primeras (siendo genial, claro) 😉

    17 mayo 2016 | 14:56

  18. Dice ser A ver series

    Me pasa igual. La esperaba con mucha ansia y cada episodio era un acontecimiento, incluso más que Breaking Bad. Creo que hoy en día solo queda Game of Thrones con ese nivel, que es de las pocas que consigue ponerme los pelos de punta en cada episodio 🙂

    17 mayo 2016 | 14:58

  19. Dice ser Marián Ibáñez

    Cierto, las dos últimas estaban muy por encima de la media, pero se notaba que el proyecto se agotaba.

    17 mayo 2016 | 15:13

  20. Dice ser Nazaret Perenzo

    A ver series Sí! Recuerdo que yo iba por la 3ª temporada aquel verano y tú estabas con tu revisión jajaja

    17 mayo 2016 | 16:03

  21. Dice ser A ver series

    Nazaret Perenzo jeje, me lo pasé de miedo fijándome en todos los detalles. Una pasada!

    17 mayo 2016 | 16:28

  22. Dice ser Sheila Muñoz

    Ohhh la eterna Mad Men! Qué grandes ratos me ha dado.
    Qué nervios con el final…y a mi me gustó.
    Ainssss ese Don…

    17 mayo 2016 | 18:42

  23. Dice ser Sheila Muñoz

    Jajajaja ¡cómo todo Mad Men! Yo opino igual.

    17 mayo 2016 | 18:43

  24. Dice ser Maria Castillo

    A ver series A mi ni siquiera Juego de tronos, que también la sigo pero de ninguna manera con las mismas ganas que lo hacia con Mad men.

    17 mayo 2016 | 18:59

  25. Dice ser A ver series

    Maria Castillo Es que Mad Men es especial, una joya diferente y única 🙂

    17 mayo 2016 | 19:13

  26. Dice ser A ver series

    Sheila Muñoz Maravilla!

    17 mayo 2016 | 19:13

  27. Dice ser A ver series

    A mí no del todo, pero la recta final fue increíble. De momentazo, me quedo con la carta de Betty. Lo de Don meditando ahora me da mucha risa. Lo pienso y siempre sonrío 🙂 (menudo jeta, jeje).

    17 mayo 2016 | 19:17

  28. Dice ser Sheila Muñoz

    Totalmente

    17 mayo 2016 | 19:24

  29. Dice ser Virginia QG

    Gran serie..y como me pasa con las grandes,tengo muchos recuerdos Unidos a ella. Me encantaría volver a verla,Sobre todo las primeras temporadas.

    17 mayo 2016 | 20:13

  30. Dice ser A ver series

    Hazlo, se disfruta casi más que la primera vez 🙂

    17 mayo 2016 | 20:53

  31. Dice ser Monica Sangrador

    Una de las grandes….que ha marcado y dejado huella no solo en este mundo de las series, a ido mas allá y a trascendido tanto desde el punto de vista de las preguntas que plantea sobre la sociedad como desde el punto de vista «cinematográfico» .Una serie que se ajusta especialmente como un guante a John Hamn que aun no le he visto al mismo nivel en ninguna otra cosa, bueno si, en ser Don Draper

    18 mayo 2016 | 14:23

  32. Dice ser A ver series

    Agree a todo, Monica Sangrador. Jon Hamm encontró con Don Draper el papel de su vida. Creo que es complicadísimo que algo así vuelva a sucederle en su carrera. Es el mismo caso que Gandolfini. Actores secundarios (y en el caso de Hamm casi ni eso) que tuvieron la suerte de su vida a nivel interpretativo y que, además, estuvieron a la altura. Una serie como Mad Men solo sucede una vez 🙂

    18 mayo 2016 | 14:37

  33. Dice ser Monica Sangrador

    Cierto…aunque creo el caso de John Hamn es aun mas «extremo», le va a costar encontrar algo que ni se le acerque…

    18 mayo 2016 | 14:41

  34. Dice ser Monica Sangrador

    Tampoco es que lo intente mucho por otra parte…es listo y sabe que solo estropearía su «áurea»

    18 mayo 2016 | 14:42

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