La redención final de ‘Breaking Bad’

ATENCIÓN, SPOILERS. El estómago encogido. El corazón en un puño. Los ojos llorosos. Mi marido llega de trabajar: «¿Qué te pasa, estás bien?». «Sí —digo yo con una sonrisa en la boca y las gafas sucias—, es que acabo de ver el final de ‘Breaking Bad’». Mi marido sonríe y mira a nuestro hijo, que está durmiendo a mi lado en la cama de matrimonio. Está acatarrado y le dejo que duerma la siesta conmigo. Noto su respiración y su calor mientras veo cómo Walter le pide cinco minutos a Skyler. No puedo evitar un nudo en la garganta. Sé que van a ser los últimos cinco minutos juntos. Walt, además de sincerarse al fin, pide una cosa que comprendo bien: ver a su hija.

Miro un instante al mío y siento la pena inmensa de ese padre que, por intentar curar su ego herido y sentirse vivo, ha echado por la borda todo lo que merece la pena. En la pantalla, la última mirada de Walter a Flynn, a través de esa ventana sucia, me parte de nuevo el corazón, y experimento una inmensa tristeza ante ese cúmulo de malas decisiones que han llevado a Mr. White a la ruina moral y personal. El viaje ha acabado. No importa de qué forma muera nuestro protagonista, porque ya lo ha perdido todo.

Walter mira por última vez a Flynn

Sin embargo, en esas palabras que salen de su boca en la cocina, con una Skyler que, por vez primera en mucho tiempo, se queda callada, creyendo lo que dice su marido, y en la entrega de las coordenadas donde se encuentran los cadáveres de Hank y Steve Gomez, atisbo la redención, un destello de luz entre toda la hipocresía y el cinismo. Walter, tras la muerte de su cuñado (con esa boca abierta como una cueva que tanto me recordó a ‘El grito’ de Munch), se ha humanizado y, de esta manera, sentimos que podemos perdonarle y que, quizás, algún día, también puedan hacerlo sus seres queridos.

W: Todas las cosas que hice… Necesitas entender…
S: Si tengo que escuchar una vez más que lo hiciste por la familia…
W: Lo hice por mí. Me gustó. Era bueno. Y yo estaba… Realmente me sentía vivo.
[Skyler se emociona, llora]
S: Flynn estará en casa pronto.
W: Antes de irme, ¿puedo verla?

Esta sensación de liberación, que también experimenta el espectador que ha sufrido profundamente por la transformación de Walter en Heisenberg es, desde mi punto de vista, el final perfecto para ‘Breaking Bad’, un alivio que cierra una temporada de una intensidad emocional de alto voltaje. Porque, por mucho que Walter se haya convertido en un demonio despiadado, intuíamos que, en el fondo, seguía existiendo ese amor por su familia, un sentimiento mal entendido y encauzado, pero verdadero. El plano final de su rostro, ya muerto, nos habla de una pesadilla que ha acabado, de descanso. Y qué mejor lugar para marcharse que ese laboratorio donde se ha forjado el cambio que lo convertido en el hombre que siempre había querido ser, que le ha dado el respeto que tanta falta le hacía a su ego malherido y que, al mismo tiempo, le ha arrebatado todo.

Un mapa moral para vivir

Con el final de ‘Breaking Bad’ me ha pasado una cosa que experimento siempre que una obra te llega: que me han contado la verdad, sin fingimientos, y que esas emociones sirven para cincelar mejor tu vida, a modo de guía moral que responde las cuestiones fundamentales que se plantea el ser humano al ir viviendo: cuál es el sentido de la existencia, qué es lo que vale la pena, a qué estamos dispuestos a renunciar, a qué precio. Por ello, me parece coherente este final, porque ‘Breaking Bad’ siempre ha tenido un planteamiento profundamente ético, que se evidencia desde el título mismo de la serie y que no deja lugar a demasiadas interpretaciones. Al final, el único camino correcto es el de la decencia y la verdad. 

Walter y su reflejo

La imagen distorsionada de Walter reflejada en los espejos ha sido un ‘leit motiv’ que nos ha acompañado durante toda la serie, y con ella se ha despedido. La imagen borrosa del rostro de Walt,  reflejada en el tanque, y su mano ensangrentada en primer plano, antes de caer al suelo, constituye la última muestra de la dualidad moral, del doppelgänger, de la sombra, del habitante tenebroso, de la imagen especular de la moléculas, que nos ha hablado de bien y del mal, y de la lucha interior de cada hombre para aceptarse cuando se queda a solas consigo mismo. Y, por extensión, de las consecuencias de los actos, y de lo peligroso que es creer que el fin justifica los medios.

Sin cabos sueltos

Siento que todos los cabos están atados. El ricino ha puesto fin a la venta de metanfetamina en Europa y ha servido para acabar con ese ser despiadado que era Lydia a través del detalle de la Stevia (sembrar para recoger, como diría Alberto Nahum, aunque el cómo haya sido una incógnita). También nos han ofrecido una salida para los problemas de Skyler y Walter Jr. con la justicia, y la reconciliación entre las hermanas. Y, más importante todavía, nos han brindado un duelo final con Jesse, breve pero definitorio. De nuevo, tal como se planteó en la discusión en el desierto, Jesse lo único que desea es que Walter deje de manipularle y admita que lo que le mueve son sus propios intereses egoístas.

W: Hazlo. Tú lo quieres –dice Walt mientras Jesse le apunta con la pistola que él mismo le ha dado.
J: Di las palabras. ¡Di que tú quieres esto! No pasará nada hasta que te escuche decirlo.
W: Quiero esto.
[Jesse ve la herida de Walt]
J: Entonces hazlo tú mismo

Hay en este gesto final de Jesse hacia Walt, desprecio y odio por todo lo que ha hecho, pero también una historia compartida que le disuade de acabar con él y que nos trae de nuevo a la memoria la autocaravana, el robo del barril de Metilamina, las confesiones en el desierto cuando creen estar a punto de morir, esas escenas donde sabíamos que, a pesar de todo, entre alumno y mentor se estaba forjando una amistad, una lealtad ante los problemas compartidos. En la última mirada que se dirigen, cuando Jesse escucha cómo Walter se despide de una Lydia moribunda, apreciamos que Jesse siente pena por el destino de Mr. White, alivio y una profunda liberación, que viene respaldado por el grito y el llanto en el coche.

Sin embargo, también existe redención para este personaje, que ha visto cómo las personas que le importaban han ido desapareciendo debido al camino equivocado de sus decisiones (claro que sí, Jesse también tiene su parte de culpa en esta historia, no lo olvidemos). La escena de la caja, como una proyección de futuro (o quizás una imagen del pasado que pudo haber sido y no fue), nos remite a aquella sesión de AA, donde Jesse habla del profesor que le instó a hacer una caja, cada vez mejor, con más cuidado y amor, y que había sido la única cosa en su vida de la que se había sentido orgulloso aunque, finalmente, la hubiera cambiado por droga. De nuevo, como tantas otras veces a lo largo de la serie, una senda que no se tomó, un giro errado.

Una reflexión final

Nunca antes había experimentado una sensación de expectación tan intensa ante la conclusión de una gran serie. Tanto ‘Los Soprano’ como ‘The Wire’ las vi cuando ya habían concluido, y ‘Lost’ no me produjo este nerviosismo que, atónita, he sentido en mi interior durante el tramo final. Hacía mucho tiempo que no lloraba a lágrima viva (tremenda la muerte de Hank), que no me llevaba las manos a la cabeza, que no se me escapaban exclamaciones delirantes frente a la pantalla. Estos últimos episodios han conseguido lo que pocas obras: zarandearme hasta la extenuación, llevarme hasta límites insospechados de tensión y emoción, dejarme con la lengua fuera de impaciencia ante un nuevo episodio.

El último día de vida

Estos ocho episodios han sido una perfecta combinación de calma tensa y apoteosis narrativa. A un episodio de gélida preparación, le seguía una imponente espiral de acción e intensidad dramática. La calma tras la tormenta. Tras ‘Ozymandias’, la helada claustrofobia de ‘Granite State’, con detalles y simbolismos, miradas y silencios. Para llegar al último episodio, ‘Felina’, donde volvemos a las imágenes del 5.08 que sabíamos iban a ser decisivas: la matrícula del coche con el lema «Live free or die» (también el título del episodio) y el triste cumpleaños de Walt que es, al mismo tiempo, es el día de su muerte. «Dile a la DEA que estuve aquí, que entré por la fuerza, dile… que quería bacon y huevos por mi cumpleaños», le dice Walt a Skyler, mientras la congoja nos atenaza la garganta porque sabemos lo que esto significa. 

También un último gadget, el de la metralleta, para acabar de una forma un tanto sensacionalista con los desagradables nazis. Aunque en ‘Breaking Bad’ estas resoluciones MacGyver sean lo que menos me han atraído debido a su falta -excesiva- de verosimilitud (como ocurrió con el imán gigante para acabar con el ordenador de Gus o el asalto al tren), la serie las ha incorporado desde el principio y las aceptamos en el pacto de lectura. En esta escena tampoco falta un guiño de humor negro que tanto nos ha divertido a lo largo de la serie: el cadáver de uno de los nazis, subiendo y bajando en el sillón reclinable como si estuviera vivo, mientras a su alrededor todos yacen acribillados e inmóviles.

Para terminar, volvemos al inicio. Una frase que, cuando todo ha concluido, cobra sentido: «Sólo llévame a casa. Yo me encargaré del resto». El círculo se cierra. El hogar ya no existe y lo único que queda para Walter White es decir adiós. Sin miedo.

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24 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Lledó Horne

    No puedo decir nada más… Bueno… Darte la enhorabuena! (me has hecho llorar en el curro…)

    01 octubre 2013 | 08:29

  2. Dice ser jokinlar

    hola lledó,… y lo que se disfruta llorando por un buen motivo,…me encanta la entrada cecilia,… tal como me ha encantado el final de BB,… es un verdadero placer leer tus impresiones y sensaciones,…no se porqué, pero no me quito de la cabeza la imagen de una gran orquesta tocando una majestuosa pieza, que llegó a su zenit en Ozymandias y que ha ido redondeando el final de la melodía, de forma elegante, repitiendo pequeñas frases musicales que ya habíamos escuchado,… pequeños sólos de cada instrumento,… y apagándose poco a poco hasta llegar a un final sosegado, tranquilo,… y el silencio,…por supuesto, todo al acabar hay una sonora ovación, el público puesto en pie,… y alguna que otra lágrima furtiva,…saludos, jokin

    01 octubre 2013 | 09:02

  3. Muchas gracias, Lledó. Como siempre, lo que te conmueve de verdad se refleja en los artículos. He sentido muchísimas emociones en este tramo final de Breaking Bad, y con este final tan emotivo… he llorado mucho. Me alegra de que, en parte y solo en parte, Walt haya arreglado un poco el desaguisado antes de marcharse. Otra cosa me hubiera dejado con un regusto muy amargo. Un beso!

    01 octubre 2013 | 09:56

  4. Jokinlar, no has podido describir mejor este final. Las últimas pinceladas para un final muy emotivo, tranquilo, pero pleno de significado. Lo único que no comparto es lo de la lágrima furtiva. ¡Que yo he llorado a moco tendido, cosa que me encanta! 😉 Necesitaba descargarlo todo después de tanta intensidad de emociones, de tanta violencia. Un abrazo y muchas gracias por compartir tus palabras conmigo.

    01 octubre 2013 | 10:00

  5. Dice ser jokinlar

    lo de llorar a moco tendido se lo dejé a mi mujer,…a mi la satisfacción de comprobar que walter se las arreglaba para encauzar la situación (en la medida de lo posible, acribillando a los «malos de verdad» y la z*rra de Lydia) me provocó sensación de serenidad y cierto orgullo, por un walter que acepta su maldad, pero no pierde su dignidad humana,…

    01 octubre 2013 | 10:20

  6. Dice ser Anonymous

    Brillante artículo.

    01 octubre 2013 | 15:32

  7. Dice ser Nahum

    Joer, Cecilia, ¡espectacular! Creo, honestamente, que es el mejor post que has escrito. Claro, viene desde las entrañas y eso se nota. Emociona mucho. Me he visto reflejado (ya lo sabes) en muchas de las sensaciones que me producía la serie cuando la veía, incluso esa sensación de pena, de indulto, que sentimos por Walter. Era un buen hombre… que escogió el camino equivocado. Gracias por este texto tan brillante.

    02 octubre 2013 | 07:40

  8. Pobre Walter, me da mucha lástima. Ha estado tan equivocado todo el tiempo…

    02 octubre 2013 | 11:34

  9. Gracias anónimo, pero ¿por qué no me dejas tu nombre? Por aquí no mordemos! 😉

    02 octubre 2013 | 11:34

  10. Hola Alberto,jo, me has emocionado. Viniendo de ti significa mucho. Y, sí, lo he escrito con las tripas. Hacía mucho que una serie no me emocionaba así. Por la parte que me toca darte las gracias por tus excepcionales análisis que nos han acompañado semana tras semana. Ha sido parte del placer de ver este fantástico final de ‘Breaking Bad’. Un abrazo

    02 octubre 2013 | 11:39

  11. Dice ser PANFILO

    breaking bad no solo es una buena serie, es aun antes y despues en la vida del que la ve, magnifica de principio a fin, me gusto el articulo, me quedo con esa mirada entre walt y jesse antes del final, hermosa sin duda.saludos desde ecuador

    31 octubre 2013 | 00:42

  12. Gracias Panfilo. Es verdad, después de ver una serie como Breaking Bad sientes que ha dejado un poso imborrable. Es lo que tienen las obras de arte. Un saludo y gracias por comentar. Me hace ilusión que me lean en Ecuador!! 🙂

    31 octubre 2013 | 11:52

  13. Dice ser PANFILO

    debo de confesar que no la segui en sus 5 años, sino que la vi completa en 26 dias, he quedado sumido en una depresion despues del ultimo capitulo, queda un vacio que sera dificil de llenar, al final la despedi entre lagrimas y aplausos.saludos

    01 noviembre 2013 | 17:58

  14. ¡Menudo maratón te has pegado, qué maravilla! Yo sí la he visto dosificada, aunque este verano y de cara al final me la maratoneé entera de nuevo disfrutándola muchísimo. Como habrás podido leer en el post, yo también me hinché a llorar en la recta final (Ozymandias, sobre todo), y en el episodio final. Es una serie impresionante. Una obra de arte. Un saludo!

    01 noviembre 2013 | 18:10

  15. Dice ser PANFILO

    resaltando tus lineas en el post, no llore al terminar FELINA, pero a los pocos minutos de acabar el episodio recorde ese Walter de profesor de quimica, honrado, excelente padre y mejor marido, y se me hizo un nudo en la garganta al ver su ruina, me da demasiada tristeza eso, menos mal que a Jesse el creador le dio una nueva oportunidad, porque en mi opinion fue la mayor victima de toda la serie y ya perder a los dos hubiera sido una hacatombe emocional que nos hubiera dejado perturbados de por vida.un abrazo

    10 noviembre 2013 | 23:38

  16. Hola Panfilo, a mí ese nudo en la garganta del que hablas me duró un par de semanas siempre que pensaba en el final. Muy duro ese camino equivocado que llevó a Walter White a su perdición. Como bien dices, a mí también me hizo sentir cierto alivio la posible segunda oportunidad para Jesse que es, sin duda, el gran apaleado de la serie, aunque tampoco es un santo, ni mucho menos (te recuerdo cuando quería vender meta a los adictos en las sesiones o el disparo a Gale, etc.). Pero sí, sientes que ojalá haya aprendido la lección (cuántas muertes en su camino!) y que emprenda una nueva senda. Un abrazo para ti también y gracias por comentar 😉

    12 noviembre 2013 | 08:45

  17. Dice ser PANFILO

    si, tienes razon con lo de que Jesse no era nada santo, pero vaya que vivio un infierno por seguir al lado de su socio y mentor, un magnifico Aaron Paul que espero junto con Bryan Cranston no hagan cine,(o por lo menos no tan seguido) porque temo que terminen por hacer cintas mediocres y olvidables y ellos no merecen eso, y ya que estamos hablando de Jesse, uno de los pocos cabos sueltos de la historia es que nunca supimos ¿porque era un chico tan torturado?, ¿como empezo su adiccion a las drogas? etc… me imagino que sera parte de los misterios divinos de la serieun abrazo enorme

    12 noviembre 2013 | 23:47

  18. Hola de nuevo Panfilo! Respecto a lo que comentas de Jesse creo que tampoco hace falta dar muchos más detalles de su adicción. Era un tío de buena familia, no muy buen estudiante, que decidió que el trapicheo era más fácil que hincar los codos. Lo que le sucede (aparte de que le interesa conseguir beneficios) es que se ve envuelto en una espiral de la que es difícil salir. Acuérdate de la trampa que le tiende Walt con el lirio del valle. Desde luego es un personaje manipulado y dependiente de WW que, al final, toma conciencia de lo que está sucediendo. Su arco de transformación es muy interesante también. Gracias por el comentario y un abrazo enorme para ti también! 😀

    13 noviembre 2013 | 08:56

  19. Dice ser heisenberg vive

    no entiendo la hostilidad de los fanboys de the wire con BB, es una buena serie, pero no es mejor que BB por ningun lado, solo ves a niggas diciendo fuck you cada 5 segundos, y eso cansa, el final no es epico como en BB, y lo que mas les duele es que ningun actor de the wire que este ni siquiera cerca de lo que ha hecho bryan cranston. estos fanboys estuvieron escondidos en la madriguera durante años y ahora salen, por cierto me olvidaba me encanto el articulo,

    un abrazo

    07 diciembre 2013 | 00:43

  20. Hola Heisenberg, para mí Breaking Bad y The Wire son dos obras maestras, pero tan diferentes en sus planteamientos que no se pueden comparar. The Wire es un mosaico de personajes, de situaciones y problemáticas, y pretende retratar un sistema político y económico social. Breaking Bad es una historia con un arco argumental más claro, y un protagonista absoluto. No me parece justo que digas que en The Wire sólo ves negros diciendo fuck, porque es un planteamiento absurdo y reduccionista. The Wire es una serie compleja y profunda (me gustaría que leyeras los posts que he escrito), una serie enorme. ¿Por qué hay que elegir entre ellas? Yo me quedo con ambas, las dos me han hecho emocionarme y disfrutar. Por cierto, me alegro de que hayas disfrutado el artículo. Un saludo y gracias por comentar.

    07 diciembre 2013 | 16:37

  21. Dice ser heisenberg vive

    no lo decia por ti sino por fanboys especialmente de redes sociales que son peor que los fans de justin bieber, pero solo vi dos temporadas y se me hizo muy lenta, bueno no esperes objetividad en mi, soy fanboy de BB hasta la muerte, y no me gusta comparar series que se me hace distintas, pero ya que se puso de moda en el mundillo del internet ese debate quize dejar mi apreciacion

    14 diciembre 2013 | 22:56

  22. Ya sé que no lo dices por mí. De todas formas, quizás debas esperar un tiempo para darle una segunda oportunidad de The Wire. Es una grandísima serie, de verdad.

    15 diciembre 2013 | 17:47

  23. Dice ser SASADOGAR

    Ciao, ya acabada la serie, me ha gustado tu artículo.
    Aunque creo que el fnal para el personaje de Jesse es un poco menor el de WW es perfecto, porque no podía terminar bien. No puedo evitar sentir pena por él, porque al final pierde lo más importante de su vida, su familia. Simplemente espectacular, y será una serie de referencia porque es muy veraz en el reflejo del ser humano.

    12 septiembre 2014 | 11:26

  24. Gracias, Sasadogar. El personaje de Walter White es una de las mejores construcciones televisivas de la historia de la tele, con un arco de personaje que te deja con la boca abierta. El de Jesse también es bueno, pero la transformación radical que se produce en Walter no se da en Jesse. Pero lo que más importa es lo que buen dices: habla del ser humano de una manera verídica, que te llega de una manera sorprendente. Comprendes por qué Walter lo pierde todo, aunque sepas que ha tomado un camino equivocado. Gracias por comentar y por visitar el blog!

    14 septiembre 2014 | 17:51

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